El titular de la Anses, Diego
Bossio, reconoció hoy que el Progresar (Programa de Respaldo de
Estudiantes de la Argentina) es ambicioso y subrayó que, además de
cumplir con un plan de estudios, los adjudicatarios deberán presentar un
control de salud anual.
En diálogo con radio Continental, el funcionario nacional explicó, tal como lo hizo la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, que este plan “es un nuevo derecho que implica que los pibes, de entre 18 y 24 años, que no tienen trabajo o trabajan informalmente o que ganan menos del salario mínimo vital y móvil”.
“Tienen la oportunidad de tener esta asignación todos los meses de 600 pesos y como contrapartida tienen que estudiar (primaria, secundaria o universitaria), que puedan aprender un oficio, que tengan la regularidad en el estudio”, reiteró.
Bossio comprendió que esto permitirá “lograr más oportunidades para estos jóvenes que, como decía la Presidenta, a veces están atraídos por otras cuestiones y todos, como sociedad, tenemos que trabajar fuerte para que tengan un piso de protección social, para que tengan oportunidades y esforzarse en el estudio u oficio y a partir de ahí tengan oportunidades”.
En esa línea, explicó que la Administración Nacional de la Seguridad Social, que él conduce, “se va a encargar de la inscripción, del pago, de la habilitación de las tarjetas de débito para que sea automática. Esto es un derecho y sí exigimos obligaciones que en este caso es estudiar, ser alumno regular, rendir materias y aprobarlas”. Precisó, allí, que la obligación será cursar en instituciones educativas públicas y anunció que se dialogará con sindicatos para garantizar escuelas de oficios.
Finalmente, y respecto a la liquidación del Progresar, aclaró que “mes a mes se liquidan 480 pesos y los 120 restantes cada tres meses, acumulativo, para controlar que el chico es alumno regular, que está cursando y aprobando materias porque el objetivo es que estudien”.
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