El Ensayo


La Ciudad inexistente

Cuando miro con la mirada de un transeúnte que recorre las calles de mi pueblo, busco

una idea de lo que veo y se me retrae la atención, como una compositora que no encuentra un frase para empezar a escribir una canción, pero debo componer una idea de lo que quiero exponer.

Voy a comenzar con interrogantes: ¿Por qué este pueblo que está ubicado en un privilegiado lugar no ha tenido un crecimiento sostenido, en tiempo, tanto en cantidad habitantes, como en espacio urbanístico?

Si al mirar al sur tenemos una ciudad como Tres Arroyos, con setenta mil habitantes y mirando hacia el norte está la ciudad de Benito Juárez con cuarenta mil habitantes y entre esa dos ciudades Gonzáles Chaves con apenas diez mil habitantes nos damos cuenta que algo pasó con nosotros.

Pero claro, es una ciudad “tranquila”, y cómo no va ser tranquila si no hay gente, si cada día que pasa se van cantidades de jóvenes. Y la ciudad queda sujeta a la idea sostenida que un pueblo puede ser pequeño y tener las bondades que te da la relación pueblerina, eso es como quedar detenido en el tiempo, es como estar parado, en un lugar tan quieto que te pueden tapar los pastos, es como la quietud muy bien observable pero, para muy pocos.

Algunos miran sin ver, la realidad es que el crecimiento de una ciudad no es siempre desde la virtud, la virtud es tan virtuosa que te hace mirar hacia ti mismo, hacia adentro, es como querer encerrar todas las buenas condiciones de la buena vida en un puño.

Los habitantes más ancianos quieren un pueblo para transitarlo ellos sin que nadie los perturbe, los más jóvenes quieren tranquilidad para que sus hijos crezcan en un lugar seguro, como si la seguridad fuera un supuesto, que se puede anticipar lo que piensa el que va delinquir.

Los adolescentes sí saben que un pueblo debe crecer, para algún día ser una ciudad verdadera, pero lo único que les queda es irse.

Los niños son felices, ¿Qué le podríamos pedir a los niños que sean “felices”?.

Esto quiere decir que este es un pueblo para ancianos y niños.

Se construirá con el tiempo, con los de edad intermedia una nueva concepción, para que nazca y florezca la ciudad y no quede en el medio de dos ciudades como paraje casi inexistente.

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"Rosario debe estar orgullosa"


"Juran defender esta bandera celeste y blanca", preguntó el actor que representaba a Belgrano, en el acto de celebración por el Bicentenario. La respuesta de la gente fue unánime. La Presidenta, conmovida, retomó en su discurso el legado político y revolucionario de Belgrano --su "preferido"-- con el proyecto político iniciado por Néstor Kirchner.

Sí, JURO

  Martes, 28 de febrero de 2012 


  LA PRESIDENTA HIZO UN RECONOCIMIENTO DE LA FIGURA DE BELGRANO


 "En sus barrancas se fundó el símbolo que es la decisión de dejar de ser colonia", dijo Cristina Fernández en el acto por los 200 años de la creación de la Bandera. "Lo más importante fue que Belgrano luchó por la patria y la libertad", remarcó.



 Por Sonia Tessa




La presidenta Cristina Fernández de Kirchner siguió conmovida la arenga de Manuel Belgrano, representado por Matías Martínez, frente al palco, subido a su caballo. "Por eso, argentinos, argentinas, juran por sus hijos, por sus familias, por sus amigos, por las cosas que no quieren, por los que ya no están --en ese momento, el actor se dio vuelta para mirar a la presidenta y los miles de militantes que se habían convocado al Monumento a la Bandera cantaron que Néstor no se murió--. Por la esperanza, por la alegría, por nuestra historia de lucha, por la memoria, por la verdad, por la justicia, por seguir sosteniendo y trabajando por el país que tenemos y por un país cada vez mejor, argentinos y argentinas juran defender esta bandera celeste y blanca", preguntó con la voz quebrada. El grito de "Sí, juro" fue unánime, una energía común que recorrió el Parque Nacional. La mandataria se dirigió al gobernador Antonio Bonfatti y se vio claramente que le decía: "Qué lindo". En su discurso, ella retomó la jura para enhebrar el legado político y revolucionario de Belgrano --al que volvió a calificar como su "preferido" entre "los padres de la patria"-- con el proyecto político iniciado en 2003 por Néstor Kirchner. Rememoró las medidas para recuperar el Estado antes de referirse a la tragedia de Once, donde la semana pasada perdieron la vida 51 personas. "Con la muerte, no", pidió "por favor".

Cuando terminó la jura, Belgrano le acercó la Bandera a la presidenta, que la hizo flamear. Más tarde, el discurso de la mandataria estuvo plagado de definiciones. "Defender al Estado es defender la Bandera. Qué corno es la bandera sino el Estado con 40 millones de argentinos adentro", dijo luego de recordar el dinero que invirtieron desde 2003 (19.591 millones de dólares en ocho cuotas) para pagar los BODEN 2012, los del corralito, que se terminan de cancelar este año. "También tuvimos que hacernos cargo de pagar las deudas que no habíamos generado", enfatizó y recordó la quita obtenida frente a acreedores internacionales como un modelo para otros países.

Todo el repaso del modelo tuvo como marco el reconocimiento de Belgrano. "Rosario debe estar orgullosa de que en sus barrancas se fundó el símbolo que es la decisión de dejar de ser colonia", apuntó y subrayó: "Lo más importante que hizo Belgrano, como lo hicieron millones de argentinos, fue la decisión de luchar por la patria y la libertad". Más tarde, recordó que si hubiera sido por el Triunvirato que gobernaba las provincias unidas del río de la Plata en 1812, "Belgrano no hubiera combatido en Salta y Tucumán", dos triunfos que calificó como esenciales en la guerra por la Independencia. "Fue su coraje, su valentía, su convicción y lo que tiene que tener un hombre para defender sus convicciones y sus valores", lo elogió.





La presidenta hizo alusión a la réplica de la Bandera de Macha recuperada para Rosario, y que quedará en el Monumento a la Bandera, para contar que vio el original. "La tiene Evo (Morales), en Bolivia, donde descansan los restos de Juana Azurduy. La Bandera de Macha manchada de sangre de la batalla", expresó.

El fragmento destinado a la tragedia ferroviaria de Once fue fortísimo. "Y claro que faltan cosas, tenemos que volver a tener un sistema de ferrocarriles en la República Argentina", lanzó para decir que la "tragedia que enlutó hace días al país tiene nombre y apellido". Demostró que no estuvo ausente, al ponerle nombre y apellido a algunas víctimas. "Como el hijo de Jesusa", dijo sobre uno de los muertos, de 15 años, y allí se refirió a la tarjeta Sube. "Esa bendita tarjeta que me ha costado tres años poder montar, para transparentar qué se subsidia y llegar a una nueva etapa donde se subsidie al usuario, no a la empresa. Todos son palos en la rueda por donde vayas. Son muchos los intereses", afirmó antes de seguir enumerando a algunos familiares de víctimas que acompañó el gobierno nacional. "José perdió a su mujer, a su madre y a su hijos de tres años", dijo y también se refirió a "Francisco, ese sereno de Merlo con 10 hijos, que vive de su sueldo y la pensión que cobra la madre por tener siete hijos", y hoy está en terapia intermedia. Por supuesto, habló de Lucas, "que fue encontrado por su padre, un trabajador de la televisión pública que revisó los videos cuando el juez había cerrado la causa porque ya no había nada".

Cristina unió el duelo colectivo con su duelo personal, al decir que "es muy terrible la muerte, crea un vacío y una ausencia irreparable". Por eso, desde esa experiencia, afirmó: "Saben que voy a tomar las decisiones que sean necesarias una vez que la Justicia decida. Pero le pido algo a esta justicia, encarecidamente, que esta pericia para determinar responsables directos e indirectos no pueden demorar más de 15 días. No estoy presionando a nadie, pero los 40 millones de argentinos y las víctimas necesitan saber qué es lo que pasó y quién es el responsable". Fue el punto más alto de un discurso intenso. Allí, refutó de manera indirecta las críticas. "No esperen de mí jamás, ante el dolor de la muerte, ante la tragedia, la especulación de la foto y el discurso fácil. No esperen de mí actos demagógicos o facilistas", siguió.




Varias veces, el palco en pleno se paró a aplaudir. Cuando Cristina rindió homenaje a los ex combatientes de Malvinas fue uno de esos momentos. La presidenta consideró que "recordar a Malvinas aquí es ratificar una vez más esta causa global y regional, que no es sólo territorial, sino también compete a nuestra historia y nuestros recursos naturales". En ese momento, recordó una conversación con el ex gobernador, Hermes Binner, a quien le preguntó por qué estaba enrejada la parte superior del Monumento a la Bandera. "Hubo que enrejarlas porque desde allí se suicidaron muchos veteranos ex combatientes. Les rendimos homenaje a todos y cada uno de ellos que fueron a combatir. A esos pibes que muchas veces sin instrucción, sin ropa y sin comida fueron a dar la vida por la patria", levantó la ovación.

La presidenta hizo un racconto con números y datos del proyecto político desplegado desde 2003. Se refirió a la cuestión energética y si bien no nombró a YPF, subrayó que Argentina destina 10 mil millones de dólares anuales a importar combustible. "Hemos hecho obras, construimos los fierros, las usinas, los generadores, pero no manejamos el combustible, no manejamos la generación", apuntó. En ese tramo se refirió al ferrocarril Belgrano Cargas, que se manifestó "segura de poder construir".

Allí estuvo --durante todo el acto-- el gobernador de Santiago del Estero (una de las provincias que unirá ese trazado), Gerardo Zamora, sentado junto a la presidenta, Bonfatti, el vicepresidente Amado Boudou, Fein y el jefe de Gabinete Juan Manuel Abal Medina. En una segunda línea del escenario estaban casi todos los ministros del Gabinete nacional, con excepción de Julio De Vido. La gran pregunta de todos los medios nacionales era si estaba el secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi. Tampoco estuvo.


 La presidenta recordó las dificultades que plantea la importación de combustible. "Aún así tenemos una balanza comercial superavitaria, porque ha crecido la producción y el mercado interno. Si no hemos hecho más, es porque no nos ha alcanzado la plata. Porque tenemos claro, como lo tienen claro todos los argentinos, que las cosas se hacen con recursos", dijo la presidenta y ratificó: "Por todo lo que hemos logrado estoy decidida a seguir avanzando en el proceso de transformación de la patria". Sus palabras finales llamaron a enarbolar "esta bandera por la equidad y por la igualdad, que es la mejor manera de ser libre todos los argentinos".







 "Defender al Estado es defender la Bandera", dijo la Presidenta.

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