El Ensayo


La Ciudad inexistente

Cuando miro con la mirada de un transeúnte que recorre las calles de mi pueblo, busco

una idea de lo que veo y se me retrae la atención, como una compositora que no encuentra un frase para empezar a escribir una canción, pero debo componer una idea de lo que quiero exponer.

Voy a comenzar con interrogantes: ¿Por qué este pueblo que está ubicado en un privilegiado lugar no ha tenido un crecimiento sostenido, en tiempo, tanto en cantidad habitantes, como en espacio urbanístico?

Si al mirar al sur tenemos una ciudad como Tres Arroyos, con setenta mil habitantes y mirando hacia el norte está la ciudad de Benito Juárez con cuarenta mil habitantes y entre esa dos ciudades Gonzáles Chaves con apenas diez mil habitantes nos damos cuenta que algo pasó con nosotros.

Pero claro, es una ciudad “tranquila”, y cómo no va ser tranquila si no hay gente, si cada día que pasa se van cantidades de jóvenes. Y la ciudad queda sujeta a la idea sostenida que un pueblo puede ser pequeño y tener las bondades que te da la relación pueblerina, eso es como quedar detenido en el tiempo, es como estar parado, en un lugar tan quieto que te pueden tapar los pastos, es como la quietud muy bien observable pero, para muy pocos.

Algunos miran sin ver, la realidad es que el crecimiento de una ciudad no es siempre desde la virtud, la virtud es tan virtuosa que te hace mirar hacia ti mismo, hacia adentro, es como querer encerrar todas las buenas condiciones de la buena vida en un puño.

Los habitantes más ancianos quieren un pueblo para transitarlo ellos sin que nadie los perturbe, los más jóvenes quieren tranquilidad para que sus hijos crezcan en un lugar seguro, como si la seguridad fuera un supuesto, que se puede anticipar lo que piensa el que va delinquir.

Los adolescentes sí saben que un pueblo debe crecer, para algún día ser una ciudad verdadera, pero lo único que les queda es irse.

Los niños son felices, ¿Qué le podríamos pedir a los niños que sean “felices”?.

Esto quiere decir que este es un pueblo para ancianos y niños.

Se construirá con el tiempo, con los de edad intermedia una nueva concepción, para que nazca y florezca la ciudad y no quede en el medio de dos ciudades como paraje casi inexistente.

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El mapa provincia por provincia

Lunes, 05 de diciembre de 2011 

 EL 34,7 POR CIENTO DE LOS BENEFICIARIOS SE CONCENTRA EN BUENOS AIRES

 De los 775 millones de pesos que el gobierno nacional destina a la Asignación Universal mensualmente, 268,7 millones van a la provincia de Buenos Aires para asistir a 1,2 millón de chicos. Cada familia recibe allí una prestación media de 402 pesos.



La Asignación Universal por Hijo es un programa federal que llega a todo el país, pero el 34,7 por ciento de los beneficiarios se concentra en la provincia de Buenos Aires, el distrito con mayor densidad poblacional y más necesidades sociales. De los 775 millones de pesos que el gobierno nacional destina a la asignación mensualmente 268,7 millones van a la provincia de Buenos Aires para asistir a 1,2 millón de chicos. El promedio de beneficiarios por hogar bonaerense es 1,8. Eso significa que cada familia recibe una prestación media de 402 pesos, un monto indispensable para que los que menos tienen puedan evitar la indigencia.

Los sectores que históricamente han cuestionado los planes sociales lo hacen con el argumento de que el aporte estatal desincentiva a las familias más pobres a buscar empleo fomentando la vagancia. La asignación comenzó siendo en 2009 de 180 pesos por chico, en septiembre de 2010 subió a 220 pesos y en septiembre de este año aumentó a 270 pesos. En el caso bonaerense el promedio por hogar es de 402 pesos, cifra muy cercana al promedio nacional de 411 pesos por hogar, pero esa cifra sólo es un aporte para evitar la indigencia que no pareciera haber desincentivado la búsqueda de trabajo. De hecho, desde mayo de 2010, unos 408 mil chicos dejaron de cobrar el beneficio en todo el país porque sus padres consiguieron un trabajo formal (318 mil) o se registraron como monotributistas (90.144).


En el ranking de beneficiarios por provincia, después de Buenos Aires sigue Córdoba con el 7,9 por ciento. Allí hay 277.181 chicos que cobran la asignación. El promedio de beneficiarios por hogar es 1,9 y la prestación media es de 418 pesos. En tercer lugar se ubica Santa Fe con 259.376 beneficiarios (7,4 por ciento del total). El top ten lo completan Chaco (4,8 por ciento), Mendoza (4,7), Tucumán (4,6), Santa (4,2), Misiones (4,1), Santiago del Estero (3,9) y Corrientes (3,7 por ciento).

A medida que avanzó la implementación del programa, la Anses fue mejorando su base de datos y en la actualidad el 92,8 por ciento de la población estimada por el Indec para niños menores de edad está registrada en el organismo. De ese total, el 31 por ciento cobra la asignación familiar, un 39 por ciento tiene padres trabajando en relación de dependencia, un 3 por ciento tiene padres monotributistas, un 8 por ciento son hijos de jubilados o pensionados, otro 3 por ciento son beneficiarios de planes provinciales y el 16 por ciento restante no lo cobra por otros motivos.


Además de la Asignación Universal por Hijo, el organismo implementó la asignación por embarazo para protección social. En mayo de este año lo cobraban 5170 mujeres y en la actualidad ya son 67.527 las que perciben ese beneficio, lo que supone que el desembolso mensual haya trepado de 909 mil pesos a 14,5 millones de pesos en el mismo período.

En este caso, Buenos Aires también encabeza el ranking por combinar una alta densidad poblacional con necesidades sociales acuciantes. Allí se concentra el 36,5 por ciento de las beneficiarias del país, lo que supone un desembolso de 5,3 millones de pesos por mes. El listado de las diez primeras provincias lo completan Córdoba (7,1), Santa Fe (6,4), Mendoza (5,1), Salta (5,1), Tucumán (4,9), Santiago del Estero (4,5), Chaco (4,1), Corrientes (3,2) y Entre Ríos (2,8 por ciento).

 Anses también informó que, durante el mes de noviembre, 5469 mujeres presentaron la documentación que acreditó el fin del embarazo y de los controles requeridos por el Plan Nacer, lo que las habilitó para cobrar el 20 por ciento de la asignación que se les retiene durante el período de la gestación del chico.

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