El Ensayo


La Ciudad inexistente

Cuando miro con la mirada de un transeúnte que recorre las calles de mi pueblo, busco

una idea de lo que veo y se me retrae la atención, como una compositora que no encuentra un frase para empezar a escribir una canción, pero debo componer una idea de lo que quiero exponer.

Voy a comenzar con interrogantes: ¿Por qué este pueblo que está ubicado en un privilegiado lugar no ha tenido un crecimiento sostenido, en tiempo, tanto en cantidad habitantes, como en espacio urbanístico?

Si al mirar al sur tenemos una ciudad como Tres Arroyos, con setenta mil habitantes y mirando hacia el norte está la ciudad de Benito Juárez con cuarenta mil habitantes y entre esa dos ciudades Gonzáles Chaves con apenas diez mil habitantes nos damos cuenta que algo pasó con nosotros.

Pero claro, es una ciudad “tranquila”, y cómo no va ser tranquila si no hay gente, si cada día que pasa se van cantidades de jóvenes. Y la ciudad queda sujeta a la idea sostenida que un pueblo puede ser pequeño y tener las bondades que te da la relación pueblerina, eso es como quedar detenido en el tiempo, es como estar parado, en un lugar tan quieto que te pueden tapar los pastos, es como la quietud muy bien observable pero, para muy pocos.

Algunos miran sin ver, la realidad es que el crecimiento de una ciudad no es siempre desde la virtud, la virtud es tan virtuosa que te hace mirar hacia ti mismo, hacia adentro, es como querer encerrar todas las buenas condiciones de la buena vida en un puño.

Los habitantes más ancianos quieren un pueblo para transitarlo ellos sin que nadie los perturbe, los más jóvenes quieren tranquilidad para que sus hijos crezcan en un lugar seguro, como si la seguridad fuera un supuesto, que se puede anticipar lo que piensa el que va delinquir.

Los adolescentes sí saben que un pueblo debe crecer, para algún día ser una ciudad verdadera, pero lo único que les queda es irse.

Los niños son felices, ¿Qué le podríamos pedir a los niños que sean “felices”?.

Esto quiere decir que este es un pueblo para ancianos y niños.

Se construirá con el tiempo, con los de edad intermedia una nueva concepción, para que nazca y florezca la ciudad y no quede en el medio de dos ciudades como paraje casi inexistente.

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Acto por el Día de la Bandera



19/06/2012





En el año del bicentenario de la creación de nuestra Bandera se realizó el acto centralizado en la Plazoleta Manuel Belgrano  y Promesa de Lealtad con asistencia de todas las instituciones educativas del distrito de Adolfo Gonzáles Chaves y autoridades Municipales.

En su discurso la Directora de la Escuela N° 1, Nair Menna, expresó “la bandera es un símbolo y como tal, expresa significado mucho más que las palabras. Verla flamear nos emociona mucho más profundamente que todo lo que podamos decir. A lo largo del tiempo, los argentinos hemos ido viendo en ella distintas significados, hemos visto flamear en ella distintos ideales”.

“Para Manuel Belgrano, su creador, y otros decididos patriotas convencidos de que la libertad no se negocia, la bandera unía dos elementos muy importantes: la necesidad del orden y la integración de todos, sin diferencias sociales, ni raciales o étnicas. Es una bandera bicolor, es decir, monárquica; pero para esos hombres influenciados por las ideas liberales y democráticas de la ilustración, la igualdad de derechos debía acompañar a ese gobierno central.
El sol bien puede simbolizar el nacimiento de un nuevo país, pero ubicándolo en esa época, atrajo también a las masas indígenas del norte, pues el sol es el dios de los incas y no se trataba de un simple símbolo: expresaba un proyecto concreto: el de igualdad de derechos para las comunidades indígenas a elegir sus propias autoridades, devolverles las tierras usurpadas por los conquistadores españoles y hasta proponer en el congreso de Tucumán el establecimiento de una monarquía inca, recuperando las fronteras de su imperio desde Ecuador hasta el Rio de la Plata, lo cual significaba darnos una identidad latinoamericana”.


Más adelante, “con las guerras civiles que desangraron a nuestro país en el siglo XIX, la bandera sufrió algunos cambios y significados distintos. Y hoy, a 200 años de su creación, vale preguntarnos y respondernos que queremos ver en ella: No queremos que sea un símbolo de enfrentamientos entre argentinos sino de libertad para todos. Queremos una bandera no para atacarnos sino para defendernos convencidos que la democracia es un sinónimo de vida política enriquecida en su calidad por el debate de ideas y la necesidad de un consenso, cuando no en los proyectos al menos en sus formas y procedimientos. Queremos ver en ella un símbolo de inclusión social, de derechos para todos… Y sobre todo queremos ver al flamear en lo alto, una bandera que nos recuerde la necesidad de recuperar nuestros ideales representados en ella, pues la patria para nosotros no es el pasado ni el presente con sus limitaciones y condicionamientos, nuestra patria es el futuro que queremos construir, justamente… haciendo bandera”, concluyó la directora Nair Menna.

Luego el Intendente José Martínez, tomo la promesa de lealtad a la bandera, a Alumnos de 4 años de las escuelas Nro. 1, 7, 8, 9, 20, 22, Escuela Especial 501 y Colegio Inmaculada Concepción.
Además hablo el Inspector Jefe Distrital Profesor Rodolfo Badin, quien realizó palabras alusivas a la fecha.

 


 

 

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