El Ensayo


La Ciudad inexistente

Cuando miro con la mirada de un transeúnte que recorre las calles de mi pueblo, busco

una idea de lo que veo y se me retrae la atención, como una compositora que no encuentra un frase para empezar a escribir una canción, pero debo componer una idea de lo que quiero exponer.

Voy a comenzar con interrogantes: ¿Por qué este pueblo que está ubicado en un privilegiado lugar no ha tenido un crecimiento sostenido, en tiempo, tanto en cantidad habitantes, como en espacio urbanístico?

Si al mirar al sur tenemos una ciudad como Tres Arroyos, con setenta mil habitantes y mirando hacia el norte está la ciudad de Benito Juárez con cuarenta mil habitantes y entre esa dos ciudades Gonzáles Chaves con apenas diez mil habitantes nos damos cuenta que algo pasó con nosotros.

Pero claro, es una ciudad “tranquila”, y cómo no va ser tranquila si no hay gente, si cada día que pasa se van cantidades de jóvenes. Y la ciudad queda sujeta a la idea sostenida que un pueblo puede ser pequeño y tener las bondades que te da la relación pueblerina, eso es como quedar detenido en el tiempo, es como estar parado, en un lugar tan quieto que te pueden tapar los pastos, es como la quietud muy bien observable pero, para muy pocos.

Algunos miran sin ver, la realidad es que el crecimiento de una ciudad no es siempre desde la virtud, la virtud es tan virtuosa que te hace mirar hacia ti mismo, hacia adentro, es como querer encerrar todas las buenas condiciones de la buena vida en un puño.

Los habitantes más ancianos quieren un pueblo para transitarlo ellos sin que nadie los perturbe, los más jóvenes quieren tranquilidad para que sus hijos crezcan en un lugar seguro, como si la seguridad fuera un supuesto, que se puede anticipar lo que piensa el que va delinquir.

Los adolescentes sí saben que un pueblo debe crecer, para algún día ser una ciudad verdadera, pero lo único que les queda es irse.

Los niños son felices, ¿Qué le podríamos pedir a los niños que sean “felices”?.

Esto quiere decir que este es un pueblo para ancianos y niños.

Se construirá con el tiempo, con los de edad intermedia una nueva concepción, para que nazca y florezca la ciudad y no quede en el medio de dos ciudades como paraje casi inexistente.

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“Nuestro destino como países está en la unidad de América del Sur”, destacó la Presidenta en el inicio de su visita a Chile






La presidenta Cristina Fernández posa junto a su par chileno, Sebastián Piñera, y la esposa del mandatario trasandino, durante una recepción oficial en el Palacio de La Moneda, en Santiago.


 Jueves, 15 de Marzo de 2012



La presidenta Cristina Fernández fue agasajada esta noche por su par chileno Sebastián Piñera con una cena de honor en el Palacio de la Moneda, de Santiago, en el comienzo de la visita oficial al país trasandino. La jefa de Estado agradeció el apoyo del gobierno chileno al reclamo soberano de Argentina sobre Malvinas. Y remarcó sobre la relación bilateral: “Esta hermandad entre Argentina y Chile, es inconmovible e inalterable”.

La presidenta Cristina Fernández arribó esta noche a a Santiago de Chile, en su primer visita oficial al país trasandino desde que asumió su segundo mandato, donde mantendrá reuniones con su par, Sebastián Piñera.

La jefa de Estado viajó acompañada por los ministros de Relaciones Exteriores, Héctor Timerman; de Planificación, Julio De Vido, de Educación, Alberto Sileoni y de Seguridad, Nilda Garré, y por el secretario de Medios, Alfredo Scoccimarro. También integra la comitiva, que regresará al país mañana por la noche, el gobernador de San Juan, José Luis Gioja.

Durante el agasajo que recibió de parte de su par chileno en el Palacio de La Moneda, en Santiago, Cristina Fernández agradeció “el cariño, apoyo y afecto” que recibió de parte del presidente Sebastián Piñera y su esposa Ceciilia, “en dos momentos muy difíciles” de su vida, como fueron el fallecimiento de su esposo, el ex presidente Néstor Kirchner y la operación que la mandataria debió afrontar en el mes de enero. Y aseguró que siente a ambos como “amigos”.

Al referirse a las luchas por la independencia, la jefa de Estado sostuvo que “cuando estuvimos unidos y organizados en América del Sur en pos de un objetivo, en aquel momento era la independencia del yugo colonial, y unimos nuestros esfuerzos, nuestras estrategias, nuestros recursos humanos y militares, pudimos lograr nuestros grandes objetivos”. “Hoy estamos ante un mundo nuevo, donde se han derrumbado paradigmas que nos decían que eran inconmovibles”, sostuvo. Y enfatizó que “ha nacido en la región una nueva vinculación” entre los pueblos sudamericanos.

La Presidenta dijo que esta actitud de la América del Sur de “resolver los problemas entre nosotros”, la hace tener “una gran esperanza no solamente de un futuro lejano, sino de este presente”.

“Yo quiero asegurarles a usted y a todos los chilenos, que esta hermandad entre Argentina y Chile, es inconmovible e inalterable”, enfatizó Cristina Fernández. Al teimpo que consideró que “cuando pudo haber ruido de armas no fue en democracia en ninguno de los dos países”.

En otro orden de cosas, la Presidenta afirmó que “han cambiado los paradigmas” como los que afirmaban que “Argentina no podía aspirar al Pacífico, ni Chile podía aspirar al Atlántico”.

Destacó que en ambos países “la inclusión ha significado la mejoría de vida para millones de ciudadanos que antes no accedían a bienes y servicios”.

Remarcó que obras energéticas como la represa hidroeléctrica que se construirá en Santa Cruz o la mina de carbón de Río Turbio, servirán también al desarrollo de Chile.

La jefa de Estado subrayó también “la necesidad de hacer caer las barreras burocráticas, que son las más difíciles”, como se logró en el emprendimiento minero binacional de Pasca Lama.

“Nuestro desafío es poder penetrar esa cordillera, no ya a caballo, sino a través de un tren, de un ferrocarril”, consideró Cristina Fernández. Señaló que las que se deben construir son “diferentes obras y diferentes conectividades y todas van a servir para crecer en el intercambio comercial”.

La Presidenta estimó que “producir en la región se transforma en uno de los desafíos más importantes”. “Hemos visto como las materias primas se van sin valor agregado, primarizando nuestras exportaciones”, remarcó. Y aserveró que “hace falta un gran esfuerzo entre ambos países y los demás de la región, para conformar un gran mercado regional. Somos 500 millones en la América del Sur”.

Afirmó que este nuevo panorama “debe ser el aliciente para que luchemos por esta segunda independencia. Ya no se libra en los campos de batalla, se libra generando fábricas, valor agregado, ciencia y tecnología”. “No tenemos techo sobre todo lo que podemos hacer en materia de ciencia y tecnología”, enfatizó.

La mandataria reconoció “las inversiones de este país en nuestro país”, al tiempo que señaló que Argentina quiere ser “una plataforma para los grandes empresarios chilenos, para producir para el mundo”.

Por otra parte, sostuvo que “el desarrollo de nuestros mercados internos es un poderoso reaseguro contra los vaivenes de la economía mundial”. Afirmó que frente a “los altibajos de los países centrales, el antídoto que tenemos es potenciar nuestros mercados internos”.

“Nuestro destino como países está en la unidad de América del Sur”, enfatizó Cristina Fernández.

Causa Malvinas

Por otra parte, la Presidenta de la Nación agradeció “el apoyo de Chile a la causa de Malvinas”. Afirmó que el reclamo soberano sobre el archipiélago austral “ha dejado de ser una causa solamente de los argentinos”, para transformarse en una “causa regional y global”.

Consideró que “ya no se trata de simplemente demostrar el anacronismo de pretender tener dominio a 14 mil kilómetros”, sino que “se trata de defender nuestros recursos, porque cuando las grandes potencias necesitan recursos, van por ellos, estén donde estén”. “Defensa de nuestros recursos pesqueros, nuestros recursos petroleros, la defensa de nuestro medio ambiente, y también nuestra proyección antártica”, enumeró la jefa de Estado.

“Acá estamos y acá estaremos siempre. Cualquier problema que surja debe ser abordado como hemos hecho en todos estos años de democracia”, expresó la Presidenta sobre su visita oficial a Chile. Destacó en ese sentido, “la vocación de unidad y de integridad, que está más allá de cualquier gobernante”. “Hemos aprendido los partidos políticos que la amistad con la república de Chile va más allá de los gobiernos y es una política de estado”, remarcó.

Por último, afirmó que “uno tiene que cambiar cuando el mundo cambia, pero lo que nunca se debe perder es el rumbo de ese cambio”. “Lo que nunca debe cambiar es la convicción de que la unidad y la integración, es lo que nos hará más libres, más grandes y más independientes”, concluyó la Presidenta.





 La presidenta Cristina Fernández dialoga con su par chileno, Sebastián Piñera, y la esposa del mandatario trasandino, durante una recepción oficial en el Palacio de La Moneda, en Santiago.

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