El Ensayo


La Ciudad inexistente

Cuando miro con la mirada de un transeúnte que recorre las calles de mi pueblo, busco

una idea de lo que veo y se me retrae la atención, como una compositora que no encuentra un frase para empezar a escribir una canción, pero debo componer una idea de lo que quiero exponer.

Voy a comenzar con interrogantes: ¿Por qué este pueblo que está ubicado en un privilegiado lugar no ha tenido un crecimiento sostenido, en tiempo, tanto en cantidad habitantes, como en espacio urbanístico?

Si al mirar al sur tenemos una ciudad como Tres Arroyos, con setenta mil habitantes y mirando hacia el norte está la ciudad de Benito Juárez con cuarenta mil habitantes y entre esa dos ciudades Gonzáles Chaves con apenas diez mil habitantes nos damos cuenta que algo pasó con nosotros.

Pero claro, es una ciudad “tranquila”, y cómo no va ser tranquila si no hay gente, si cada día que pasa se van cantidades de jóvenes. Y la ciudad queda sujeta a la idea sostenida que un pueblo puede ser pequeño y tener las bondades que te da la relación pueblerina, eso es como quedar detenido en el tiempo, es como estar parado, en un lugar tan quieto que te pueden tapar los pastos, es como la quietud muy bien observable pero, para muy pocos.

Algunos miran sin ver, la realidad es que el crecimiento de una ciudad no es siempre desde la virtud, la virtud es tan virtuosa que te hace mirar hacia ti mismo, hacia adentro, es como querer encerrar todas las buenas condiciones de la buena vida en un puño.

Los habitantes más ancianos quieren un pueblo para transitarlo ellos sin que nadie los perturbe, los más jóvenes quieren tranquilidad para que sus hijos crezcan en un lugar seguro, como si la seguridad fuera un supuesto, que se puede anticipar lo que piensa el que va delinquir.

Los adolescentes sí saben que un pueblo debe crecer, para algún día ser una ciudad verdadera, pero lo único que les queda es irse.

Los niños son felices, ¿Qué le podríamos pedir a los niños que sean “felices”?.

Esto quiere decir que este es un pueblo para ancianos y niños.

Se construirá con el tiempo, con los de edad intermedia una nueva concepción, para que nazca y florezca la ciudad y no quede en el medio de dos ciudades como paraje casi inexistente.

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Cristina Fernández reafirmó el “compromiso por la paz” de la Argentina en la causa de Malvinas





La presidenta Cristina Fernández habla durante el acto de llamado a licitación del Museo y Memorial de Malvinas, en el salón Mujeres Argentinas de Casa de Gobierno. A su lado, una maqueta del edificio que se alzará en el predio de la ex Esma.

 Lunes, 05 de Marzo de 2012



Durante el acto en el que se presentó el llamado a licitación para la construcción del Museo y Memorial de las islas Malvinas, en el predio de la ex ESMA, la Presidenta de la Nación ratificó su vocación por “defender los derechos argentinos” y de “apostar al derecho internacional como única forma de poder conciliar un mundo en paz”. Además, fustigó las declaraciones del dictador Jorge Videla a un medio español y señaló que lo “decidido por esos personajes en 1982, nada tuvo que ver con el sentir del pueblo argentino”.

La presidenta Cristina Fernández encabezó esta tarde en el Salón de las Mujeres Argentinas de Casa de Gobierno el acto de llamado a licitación para la construcción del Museo y Memorial de las islas Malvinas, en que se levantará en el predio de la ex Escuela Mecánica de la Armada. La jefa de Estado aseguró que la intención es inaugurarlo en agosto del año próximo, cuando se cumplan 180 años de la recuperación del archipiélago austral y del izamiento de la bandera nacional por parte del Gaucho Rivero y otros patriotas.

La mandataria afirmó que la de Malvinas es “una causa nacional, global, regional”. Sostuvo que “tiene que ver con nuestro firme compromiso por la paz, pero con nuestra firme convicción de apostar al derecho internacional como única forma de poder conciliar un mundo más civilizado, un mundo en paz”.

Aseguró que el reclamo soberano argentino “de circunscribirse de una causa que parecía de características patrioteras, ha pasado a ser una causa de defensa de los recursos ictícolas y energéticos, no solo de Argentina, sino de toda América del Sur”.

Así fue como reiteró el ofrecimiento "en lugar de dos vuelos mensuales desde territorio chileno a las Malvinas, tres vuelos mensuales desde nuestro territorio". Afirmó que "el objetivo argentino es defender nuestros derechos y la decisión de la comunidad internacional, según el mandato de las Naciones Unidas de 1965".

Por otra parte, indicó que el acuerdo en el que se establecieron los vuelos a Malvinas "no se está cumpliendo, ni siquiera se está cumpliendo la colaboración en materia ictícola. En ese acuerdo ni se hablaba de petróleo, estaba muy barato, a 9 dólares el barril". Y reafirmó: "Para nosotros los derechos humanos son uno de los pilabres básicos de nuestra política".

El museo de Malvinas

La jefa de Estado comentó que “en este museo vamos a contar la historia completa de Malvinas”. Recordó el Operativo Cóndor, de 1964, y afirmó: “Fue muy conmocionante en mi hogar, porque era un acto muy peronista”.  “El Operativo Cóndor fue un verdadero “toco y me voy”, de una señal de soberanía, que antes lo había hecho Fitzgerald”, agregó.

Durante el acto, y al conemomararse el Día de la Antártida, la Presidenta de la Nación homenajeó al general Jorge Leal, fundador de la Base Esperanza de la Antártida Argentina en 1953, por considerarlo “un militar sanmartiniano”. Además, recordó que Leal “fue el primer militar en encabezar el CEMID”, el Centro de Militares para la Democracia, en 1982.

“Entre nosotros aquí están los que no están, los que entregaron su vida por la patria”, expresó Cristina Fernández en reconocimiento a los caídos durante la guerra de 1982.

Las declaraciones de Videla

Por otra parte, la Presidenta aseguró que se sintió “conmovida” al leer la segunda parte del reportaje al dictador Jorge Rafael Videla, publicada por un medio español. Señaló que el fragmento en el cual el militar fustigó a la oposición por no haberse unido para combatir “esta lacra”, le hizo recordar “a otras recomendaciones que leemos de editorialistas políticos”.

Sostuvo que “leer estas palabras no hacen más que reafirmar que esto que pasó y decidido por esos personajes en 1982, nada tuvo que ver con el sentir del pueblo argentino”, en referencia a lo ocurrido durante la guerra de Malvinas. “También debemos homenajear a la democracia, que podemos decir lo que queremos; pero también llamar a la reflexión a los que curiosamente coinciden con estas frases, con estas ideas y con estas posturas”, enfatizó la mandataria.

Cristina Fernández subrayó que en el tema de los desaparecidos por el terrorismo de Estado se observa un “desprecio profundo por ese drama que enluta a miles de familias argentinas”.

Por último, la Presidenta se preguntó: “Por qué este hombre decía que si el país cambia de rumbo, seguramente no estarían presos, y que si no hubiéramos ganado las elecciones, ellos estarían libres”. Y concluyó: “Esa es una pregunta que yo no puedo contestar. Hay otros argentinos que seguramente pueden contestar y a ellos habría que preguntarles.

Durante el acto, acompañaron a la Presidenta de la Nación, el vicepresidente Amado Boudou, el jefe de gabinete, Juan Manuel Abal Medina, y el ministro de Defensa, Arturo Puricelli.





La presidenta Cristina Fernández saluda a una mujer, familiar de un militar homenajeado al conmemorarse el Día de la Antártida, durante un acto en el Salón Mujeres Argentinas de Casa de Gobierno.


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