"Juran defender esta bandera celeste y blanca", preguntó el actor que representaba a Belgrano, en el acto de celebración por el Bicentenario. La respuesta de la gente fue unánime. La Presidenta, conmovida, retomó en su discurso el legado político y revolucionario de Belgrano --su "preferido"-- con el proyecto político iniciado por Néstor Kirchner.
Martes, 28 de febrero de 2012
LA PRESIDENTA HIZO UN RECONOCIMIENTO DE LA FIGURA DE BELGRANO
Cuando terminó la jura, Belgrano le acercó la Bandera a la presidenta, que la hizo flamear. Más tarde, el discurso de la mandataria estuvo plagado de definiciones. "Defender al Estado es defender la Bandera. Qué corno es la bandera sino el Estado con 40 millones de argentinos adentro", dijo luego de recordar el dinero que invirtieron desde 2003 (19.591 millones de dólares en ocho cuotas) para pagar los BODEN 2012, los del corralito, que se terminan de cancelar este año. "También tuvimos que hacernos cargo de pagar las deudas que no habíamos generado", enfatizó y recordó la quita obtenida frente a acreedores internacionales como un modelo para otros países.
Todo el repaso del modelo tuvo como marco el reconocimiento de Belgrano. "Rosario debe estar orgullosa de que en sus barrancas se fundó el símbolo que es la decisión de dejar de ser colonia", apuntó y subrayó: "Lo más importante que hizo Belgrano, como lo hicieron millones de argentinos, fue la decisión de luchar por la patria y la libertad". Más tarde, recordó que si hubiera sido por el Triunvirato que gobernaba las provincias unidas del río de la Plata en 1812, "Belgrano no hubiera combatido en Salta y Tucumán", dos triunfos que calificó como esenciales en la guerra por la Independencia. "Fue su coraje, su valentía, su convicción y lo que tiene que tener un hombre para defender sus convicciones y sus valores", lo elogió.
La presidenta hizo alusión a la réplica de la Bandera de Macha recuperada para Rosario, y que quedará en el Monumento a la Bandera, para contar que vio el original. "La tiene Evo (Morales), en Bolivia, donde descansan los restos de Juana Azurduy. La Bandera de Macha manchada de sangre de la batalla", expresó.
El fragmento destinado a la tragedia ferroviaria de Once fue fortísimo. "Y claro que faltan cosas, tenemos que volver a tener un sistema de ferrocarriles en la República Argentina", lanzó para decir que la "tragedia que enlutó hace días al país tiene nombre y apellido". Demostró que no estuvo ausente, al ponerle nombre y apellido a algunas víctimas. "Como el hijo de Jesusa", dijo sobre uno de los muertos, de 15 años, y allí se refirió a la tarjeta Sube. "Esa bendita tarjeta que me ha costado tres años poder montar, para transparentar qué se subsidia y llegar a una nueva etapa donde se subsidie al usuario, no a la empresa. Todos son palos en la rueda por donde vayas. Son muchos los intereses", afirmó antes de seguir enumerando a algunos familiares de víctimas que acompañó el gobierno nacional. "José perdió a su mujer, a su madre y a su hijos de tres años", dijo y también se refirió a "Francisco, ese sereno de Merlo con 10 hijos, que vive de su sueldo y la pensión que cobra la madre por tener siete hijos", y hoy está en terapia intermedia. Por supuesto, habló de Lucas, "que fue encontrado por su padre, un trabajador de la televisión pública que revisó los videos cuando el juez había cerrado la causa porque ya no había nada".
Cristina unió el duelo colectivo con su duelo personal, al decir que "es muy terrible la muerte, crea un vacío y una ausencia irreparable". Por eso, desde esa experiencia, afirmó: "Saben que voy a tomar las decisiones que sean necesarias una vez que la Justicia decida. Pero le pido algo a esta justicia, encarecidamente, que esta pericia para determinar responsables directos e indirectos no pueden demorar más de 15 días. No estoy presionando a nadie, pero los 40 millones de argentinos y las víctimas necesitan saber qué es lo que pasó y quién es el responsable". Fue el punto más alto de un discurso intenso. Allí, refutó de manera indirecta las críticas. "No esperen de mí jamás, ante el dolor de la muerte, ante la tragedia, la especulación de la foto y el discurso fácil. No esperen de mí actos demagógicos o facilistas", siguió.
Varias veces, el palco en pleno se paró a aplaudir. Cuando Cristina rindió homenaje a los ex combatientes de Malvinas fue uno de esos momentos. La presidenta consideró que "recordar a Malvinas aquí es ratificar una vez más esta causa global y regional, que no es sólo territorial, sino también compete a nuestra historia y nuestros recursos naturales". En ese momento, recordó una conversación con el ex gobernador, Hermes Binner, a quien le preguntó por qué estaba enrejada la parte superior del Monumento a la Bandera. "Hubo que enrejarlas porque desde allí se suicidaron muchos veteranos ex combatientes. Les rendimos homenaje a todos y cada uno de ellos que fueron a combatir. A esos pibes que muchas veces sin instrucción, sin ropa y sin comida fueron a dar la vida por la patria", levantó la ovación.
La presidenta recordó las dificultades que plantea la importación de combustible. "Aún así tenemos una balanza comercial superavitaria, porque ha crecido la producción y el mercado interno. Si no hemos hecho más, es porque no nos ha alcanzado la plata. Porque tenemos claro, como lo tienen claro todos los argentinos, que las cosas se hacen con recursos", dijo la presidenta y ratificó: "Por todo lo que hemos logrado estoy decidida a seguir avanzando en el proceso de transformación de la patria". Sus palabras finales llamaron a enarbolar "esta bandera por la equidad y por la igualdad, que es la mejor manera de ser libre todos los argentinos".
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